Cannes

La noticia ha recorrido todos los medios: Alejandro González Iñarritu regreso de Cannes con el premio al mejor director del certamen, lo que no es poca cosa si se considera que esta edición del festival ha sido considerada por los medios especializados como la mejor de los últimos años, desde aquel año en el que Roman Polanski barrio con El Pianista.

Sin embargo al final las esperanzas se han quedado cortas para el cine hispano: todos los pronósticos apuntaban a que la Palma de Oro se iría con Iñarritu o Almodóvar, mientras que el resto de los premios se irían también a películas habladas en español (se hablaba de Guillermo del Toro como mejor director, Almodóvar por mejor guión, Penélope Cruz como actriz y Sergi López como actor). Babel se llevo también el Premio Ecuménico y además se echo a la bolsa a los críticos de todo el mundo. El rostro de Almodóvar dejaba ver algo de decepción a pesar de los premios al mejor guión y a todas sus actrices. Del Toro se dijo satisfecho a pesar de salir en blanco. Al final fue Ken Loach quien salio con el premio grande, un reconocimiento merecido -a falta de ver la película- al menos porque se trata de uno de los cineastas que mas se nombran como influencia por los grandes directores contemporáneos y al que menos se le ha reconocido esto en premios.

También en las secciones paralelas hubo actividad digna de mención: Ángel Tavira recibió un premio por su actuación en El Violín, de Francisco Vargas Quevedo, que se exhibió en una de las secciones paralelas. La película Drama/Mex logro ser vendida para su exhibición en varios territorios. También se exhibieron con éxito el documental Toro Negro y el cortometraje David, ganadores del pasado Festival de Morelia.

Y así se cerró una edición realmente historia para México. Ojala que esto se vaya haciendo costumbre.

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