1 dic 2006

El 226

El tema del que toda la industria cinematográfica está hablando es la "amenaza" de la SHCP al cine mexicano. Este tema llevaba varias semanas cocinándose, la semana pasada creció y por fin explotó este martes con una rueda de prensa de cineastas y varias notas en periódicos de tirada nacional. La verdad es que este año, gracias a este estímulo del gobierno que tantos problemas ha tenido desde que fue propuesto, se filmarán muchísimas películas, dando continuidad a la carrera de varios directores (quizá el problema principal para el desarrollo de nuestro cine) y dando también la oportunidad a muchísimos nuevos directores y productores de probarse en la industria.

Pero sabemos que estas cuestiones de "arte" y "cultura" poco importan al gobierno, así que hablemos en términos de números: la creación de 30 mil empleos; la entrada de unos 200 millones de pesos tan sólo por concepto de IVA, además de los otros impuestos que pueda generar; la recaudación, además, de más impuestos una vez que estas películas llegan a las salas.

Parece que la cosa no pinta tan mal ahora que el Senado ha declarado a través de Carlos Sotelo, que este estímilo fisca presenta "un planteamiento justo que tiene que ver con una industria fundamental de la identidad nacional. Resolvimos ese artículo por unanimidad de todas las fracciones, pero la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha planteado una serie de trampas para que no tenga luz verde. Parece un asunto kafkiano, ya que el artículo es claro". Ahora aseguran que "no quedará ningún espacio suelto para la no aplicación de este incentivo", lo cuál pinta un panorama mucho más alentador que él que se tenía hace apenas unos días. Habrá que esperar y ver.

En la industria existe un poco de incertidumbre acerca de lo que traerá el año nuevo. Cambio de administración, expectación ante los cambios que esto pueda traer al IMCINE, y este tema del 226, que de no resolverse podría volver la producción a la precariedad de hace un par de años. Sin embargo, aunque se resuelva lo del artículo 226 y los cambios funcionen, queda un asunto pendiente por resolver que es quizá el más importante obstáculo para el crecimiento del cine mexicano: la falta de una cuota de pantalla, los abusivos porcentajes de ganancia que se reparten distribuidores y exhibidores, y el dominio absolutos que ejercen las majors (miembros de la MPA) en el mercado mexicano.

Quizá una vez librada (y, ojalá, ganada) esta batalla por un estímulo fiscal para la producción cinematográfica sea hora, por fin, de enfrentar este obstáculo, quizá el más grande de todos por los intereses que representa, y podamos -- ahora sí -- hablar de un panorama favorecedor para nuestro cinito nacional, tan subvalorado, vejado y desnutrido.

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