ElNorte.com publicó hace unos días acerca de una medida que tomaron los exhibidores de cine en Paraguay ante la piratería en su país: los días 1 y 2 de Noviembre lo cines paraguayos no abrirán sus puertas.
Aunque es obvia y generalizada la situación de la piratería en todo el mundo, desconocía lo difícil que es la situación en Paraguay (aunque por lo que dice la nota, no es muy diferente a lo que se vive, por ejemplo, en la Ciudad de México). Impresionantes las cifras que se dan en la nota: el número de asistentes a las salas cinematográficas ha bajado de 1.5 millones anuales a sólo unos 600 mil. La situación suena desesperada.
Hansel Biedermann, gerente de una empresa de explotación publicitaria en la gran pantalla, dijo a la agencia EFE: "en el corto plazo al que le gusta ver el cine lo ve en el cine, pero los chicos que están ahora en etapa de decidir cuáles son sus gustos, los que van a ser nuestros clientes en un par de años, piensan que cine es eso que se le venden en las esquinas".
Bien se ha dicho desde hace un tiempo que la crisis que la piratería ha llevado a la industria musical se repetiría más temprano que tarde en la industria cinematográfica, y aunque en algunos países el número de asistentes a las salas suba año con año, el caso paraguayo puede ser un buen parametro para el futuro. Ojalá que la inustria cinematográfica pueda aprender de los errores de la musical y comenzar un debate acerca de la piratería con todos los lados del tema en la mesa para que no se llegue a un punto grave en la situación.
1 nov 2004
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario